A pesar de que la idea del pastelito cubierto de chocolate, salpicado con granillo de chocolate y relleno de crema y mermelada no era totalmente nueva, lo innovador fue la forma de elaborarlos.
El primer pedido de Gansitos que fabricó Marinela fue de 500 unidades y llevó ocho horas de trabajo, ya que al principio gran parte del proceso se realizaba de forma artesanal.
El Gansito fue un acierto de diseño, ventas y publicidad que se convirtió en un símbolo incluso institucional.
Este pastelito fue el que logró combinar a la perfección la base de pastel, con la mermelada de fresa, la crema, el chocolate y los trocitos de nuez, luego sustituidos por el granillo de chocolate. Pronto se convirtió en el emblema de Marinela.