A partir de los años setenta se da un paso decisivo en la producción, al implementar sistemas más avanzados que derivaron en productos altamente higiénicos y de calidad
controlada. 

Gracias a estos avances se logró que las líneas de producción fabricaran un pan y medio de tamaño grande por segundo. 

En 1972, Bimbo instaló la planta pacificadora más grande de América Latina y una de las diez más grandes del mundo. En un terreno de 22 hectáreas, del antiguo rancho de San Pedro Xalapa, se construyó la monumental planta. Además del tamaño, también fue admirable su moderno proceso de producción. 

Dos años después, en un terreno lindero se instalaba la planta de Marinela, dotada de la más moderna tecnología. 

Muy pronto aprendieron a operar las plantas y aprovecharon las enormes ventajas comparativas de las nuevas instalaciones.